Anthropic, una de las empresas líderes en inteligencia artificial, ha llegado a un acuerdo importante con varias editoriales de música para dejar de mostrar letras de canciones protegidas por derechos de autor. Esta decisión llega tras una demanda presentada en 2023 por Universal Music Group, Concord Music Group y otros, quienes se percataron de que el chatbot de Anthropic, Claude, podía generar letras de canciones como «Halo» de Beyoncé.
La industria del entretenimiento tiene un largo historial de batallas legales para proteger sus derechos de autor. Desde la caída de Napster hasta el prolongado enfrentamiento entre Viacom y YouTube, las compañías defienden con ferocidad sus creaciones. Un ejemplo reciente fue la demanda contra Genius (anteriormente Rap Genius) por parte de la Asociación Nacional de Editores de Música por mostrar letras de canciones sin licencia.
¿Por Qué la Demanda Contra Anthropic?
Los editores musicales alegaron que Anthropic no solo mostraba letras sin permiso, sino que también eliminaba las marcas de agua digitales utilizadas para rastrear contenido protegido. Genius, por ejemplo, implementó una estrategia ingeniosa para detectar copias no autorizadas: añadía apóstrofes invisibles a las letras, lo que permitía identificar si alguien estaba reproduciendo su contenido sin licencia.
Aunque Anthropic no admitió culpabilidad, el acuerdo implica mejorar las salvaguardias para evitar futuras infracciones. Además, se compromete a colaborar con los editores musicales para garantizar que sus modelos de IA respeten los derechos de autor.
El Debate Sobre el Uso Justo en la Era de la IA
Anthropic ha defendido el uso de material protegido por derechos de autor para entrenar sus modelos, argumentando que se trata de «uso justo» según la legislación vigente. «El entrenamiento de modelos generativos con material protegido es una práctica legítima y necesaria», ha declarado la compañía.
Este argumento es clave para muchas empresas de IA que también utilizan contenido protegido en sus modelos. La postura es que, mientras el contenido se modifique de manera significativa, puede considerarse una obra derivada y, por lo tanto, legal.
Sin embargo, los editores musicales y de noticias no comparten esta visión. La demanda contra Anthropic sigue abierta, y los demandantes buscan una orden judicial que impida a la empresa utilizar letras de canciones protegidas en futuros entrenamientos.
¿Qué Está en Juego?
El temor de los editores no es infundado. La capacidad de las IA para generar contenido musical podría reducir el control de los artistas sobre su obra. Casos como el de OpenAI, donde se especuló que imitó la voz de Scarlett Johansson sin su consentimiento, aumentan estas preocupaciones.
Las empresas tecnológicas, como OpenAI y Google, obtienen ingresos a través de plataformas y redes, no vendiendo contenido protegido. Sin embargo, este modelo de negocio genera fricciones con la industria del entretenimiento, que ve en la tecnología una amenaza para sus ingresos y derechos.
El Futuro de la Relación Entre la IA y los Derechos de Autor
Algunas empresas de IA están intentando apaciguar a los editores mediante licencias y modelos de reparto de ingresos. Perplexity, por ejemplo, ha comenzado a probar un sistema de colaboración con los creadores de contenido.
No obstante, los editores desean mayor control y estabilidad. Quieren evitar depender de acuerdos que puedan ser revocados y buscan proteger el tráfico hacia sus sitios web.
Esta historia está lejos de terminar. Las disputas legales seguirán marcando el futuro de la IA y su relación con el material protegido por derechos de autor. El desenlace podría redefinir las reglas del juego en la industria tecnológica y creativa.